Jaejoong estaba
sentado en la oficina de su hermano garabateando ideas para el proyecto para su
maestro de arte, cuando un movimiento captó su atención hacia una de las
cámaras y alejó la vista de su cuaderno de dibujo. Normalmente se requería un acto
divino para distraerlo, un tsunami, un tornado, una tormenta, pero hoy su
cuerpo entero se giró ansiosamente, como si estuviera esperando algo.
O a alguien.
Se enfocó en la
esquina del club donde un gran grupo estaba formado.
Se preguntó
brevemente si estaba alguien en escena, pero el escenario estaba del otro lado
del club. Curioso, revisó el monitor de seguridad, esperando que la
concurrencia se apartara.
Entonces lo vio.
El hombre más hermoso
del universo.
Bueno, todo el mundo
no pensaría eso, pero para Jaejoong el hombre de cabello oscuro, altos pómulos,
mandíbula cuadrada y al parecer labios besables, hacía que estuviera en la cima
de los mejores diez. No le molestaba que el hombre usara pantalones de piel
negra, sin camisa y brazaletes de cuero en los lugares correctos. Si ese era un
papi de piel, Jaejoong quería saber dónde tenía que firmar para
ser nalgueado.
Dándole
vuelta a la hoja, Jaejoong dibujó rápidamente las líneas del hombre. Sus ágiles
dedos completaron los detalles mientras su mirada iba del monitor al cuaderno
de dibujo y de regreso al monitor. Mientras seguía viendo la pantalla, Jaejoong
se preocupó de perder al sujeto de su fascinación entre la multitud. Soltó un
suspiro de alivio cuando el hombre se sentó en una silla lo suficientemente
cercana a la cámara para ser capaz de seguir dibujando.
La puerta de la
oficina se abrió, Changmin, uno de los guardias del club entró al cuarto,
tatuado y pareciendo que había comido clavos en el desayuno.
—Hey Jae, niño. ¿Cómo
estás esta noche?
Ellos chocaron los
puños. Tocó suavemente la mano de Jaejoong, siempre cuidadoso de su fuerza.
Claro, parte de eso se debía a que Jaejoong era el hermano del propietario del club, Siwon,
y podía quebrar al guardia en pequeños pedazos si el hombre dañaba las manos de
Jaejoong.
Siwon era su más
grande fan.
—Wow, lindo dibujo
del Amo Jung, —dijo Changmin, acercándose a ver la pintura.
—¿Quién
es? —preguntó tratando de hacer su tono lo más desinteresado posible—. Él tiene
una cara interesante.
Y un caliente,
caliente, cuerpo.
—Hey, ¿qué acerca de
mi cara?. ¿Qué está mal en ella?
Jaejoong miró al guardia con mirada artística. —Nada.
Es por lo que no eres un sujeto interesante. Tu cara es perfectamente
simétrica, sin nada particularmente interesante artísticamente.
changmin se rió. —No
sé si debería ofenderme o no.
Las mejillas de Jaejoong
ardían. Algunas veces realmente necesitaba pensar antes de decir cosas
estúpidas. —Lo siento.
—No hay problema, compañero. Solo jugaba
contigo. Tu hermano dice que va a tardar una hora más o menos, pero
que te pongas cómodo. Te enviará algo para comer.
Jaejoong giró los ojos. —Puedo esperarlo en el club.
Sabes que tengo veintidós años.
Changmin sacudió la
cabeza, sus oscuros ojos serios. —No hay manera. Ellos se comerían a alguien
tan tierno como tú, sin mencionar que tu hermano me mataría.
Regresando a su
dibujo, Jaejoong no pudo evitar decirlo mientras veía el monitor. —No me
molestaría que él me comiera.
—Me quedaría lejos
del Amo Jung si fuera tú. Hay malas noticias del hombre.
—¿Él es peligroso? — Jaejoong frunció el ceño; irracionalmente decepcionado
de un hombre que ni siquiera conocía.
—No. Es el mejor Dom
de la ciudad y él lo sabe. Rompe el corazón de todos los pequeños sum porque
todos ellos se enamoran del Amo Jung. Él nunca ha tomado a un sum más de una o
dos veces, y nunca le ha ofrecido un contrato a ninguno de ellos. He oído que nunca
ha estado cerca de darle un collar a alguien.
Jaejoong se encogió de hombros ignorando la
advertencia. —Quizás no ha conocido al hombre correcto.
Changmin se carcajeó groseramente. —Cariño, eres dulce,
pero no construyas sueños románticos alrededor del Amo Jung. Los hombres que lo
hicieron siempre salieron lastimados.
Jae decidió ignorar
al negativo guardia. Había algo en el Dom que le llamaba y jae siempre seguía a
su corazón. Abstraídamente, siguió trabajando en terminar su dibujo. Estaba
bastante bien hecho si él podría adular su propio trabajo. Le puso sus iníciales
con manuscrita.
Viendo alrededor, divisó un sobre
manila. Sabía que en el cabría el dibujo sin doblarlo.
—¿Puedo pedirte un
favor, min? — jae levantó la vista dándole al guardia su más ventajosa mirada
con sus ojos claros. Una mirada que nunca había fallado en lograr que alguien
hiciera lo que él quería.
El guardia se veía
nervioso. —Si puedo y no causa que me despidan…
—¿Podrías darle esto
al Amo Jung? No le des mi nombre. Solo dile que es de un admirador.
Changmin se rió. —¿No
del misterioso hombrecito? Dame. Voy a lograr que me despidan por esto.
—Extendió la mano y Jaejoong le dio el
sobre.
Minutos después jae veía con
anticipación cómo min se aproximaba a la mesa.
***************
—Amo Jung.
Yunho levantó la vista y vio a uno de los guardias
del club acercarse.
—¿Hay algún problema?
El guardia sonrió. El
hombre era diabólicamente hermoso pero definitivamente no era su tipo. A él le
gustaban sus hombres más delgados y delicados.
—Se me indicó que te
diera esto; de un admirador.
Víctor aceptó el
sobre, ante el murmullo y ruido de besos de sus compañeros. El guardia se fue
inmediatamente, dejando a Yunho preguntándose qué escondía.
Con una mirada a sus amigos en la mesa, Yunho
se encogió de hombros. Abrió el sobre, sacó la hoja de papel y la observó.
Dentro estaba un
dibujo de Yunho tan real, que a pesar de estar hecho a lápiz, casi creía que
era capaz de sentir las puntas de la barba en su mentón.
—Wow, quiero uno,
—dijo Yoochun inclinándose para ver la
pintura.
—Consíguete tu propio
admirador. —Yunho revisó el lugar,
tratando de ver si alguien lo estaba mirando o estaba sosteniendo un cuaderno
de dibujo. La hoja obviamente había sido arrancada de uno.
Todo el mundo lo estaba mirando, como de
costumbre, pero no había extraños, y él estaba muy seguro de que ninguno tenía
ese tipo de habilidades.
Déjame ver. —Como el
propietario de varias galerías, Seung Hyun se
consideraba un experto en arte. Dejó salir un bajo silbido cuando vio el
dibujo—. Me pregunto lo que esta persona podría hacer con más tiempo. Esto
obviamente es solo un rápido dibujo. Me encantaría que quien sea que hizo este
dibujara a Ji Yong.
G-D era el sumiso de Top
desde hacía mucho tiempo.
Top inclinó la
pintura para que su sum, sentado en el suelo, pudiera verla.
—¿Qué piensas?,
mascota.
—Es muy real, —comento el sum, dándole a
su amo una amorosa mirada.
—No la arrugues,
—dijo Yunho molesto, tomando el dibujo.
Extrañamente no quería que sus amigos tocaran su regalo. Lo sentía demasiado
personal para compartir. Alisando las invisibles marcas, Yunho deslizó la pintura de regreso al interior del
sobre—. ¿Alguien vio hacia donde fue el guardia?
Sus amigos sacudieron
la cabeza.
—Bueno, él es un guardia, —dijo Yoochun
lógicamente— Probablemente esté en la puerta del frente o donde quiera que sea
su lugar
Víctor chasqueó sus
dedos ante el camarero que pasaba. Él usaba unos ajustados short blancos de
piel, unos interesantes remolinos de pintura corporal y nada más.
—Estoy buscando a un
guardia. El que tiene cabello castaño largo y un piercing en la ceja.
—Ese es Changmin. Se
fue ya por esta noche.
—Mierda.
Víctor dejó ir
camarero después de pedir una orden de bebidas.
—Supongo que tendrás
que preguntarle la próxima vez que vengas, —dijo yoochun, antipáticamente.
—Sí. Supongo. —La noche había perdido
algo de su glamour. Ahora todo lo que quería era descubrir algo más de ese
admirador locamente talentoso.
